UNA PLAYERA

(FABULA)

Por Jorge A. Chan M.


Fue creada primero como fibra, después como hilo, siguiendo como tela para quedar convertida en una playera.
Pero no era una playera cualquiera, esta era una prenda con personalidad propia, con entendimiento del valor que le tendría que dar a su dueño y por consiguiente su dueño la apreciaría mas. Ya que estando conciente de que serviría para cubrir parte de un cuerpo, también comprendía, que lo tendría que hacer lucir bien, es decir que si su dueño era gordito, ella tendría que ampliarse mas para disimular esas llantitas, y por el contrario si era flaco, trataría de no pegarse mucho para que se viera mas lleno.
De color amarillo medio, sabía que podía combinar con pantalones de mezclilla, de vestir negros, cafeces o grises, es decir que tenía una amplia gama de complementos para lucirse y hacer lucir bien a su dueño.
Y esperando ansiosa ser comprada, yacía en una repisa del aparador de aquella tienda de ropa.
Con lo que no contaba, era con la moda y el gusto cambiante que tienen las personas para con la ropa y los colores según la estación del año.
Por lo que, vio pasar la primavera de ese primer año y no fue comprada, tal vez en la siguiente temporada, se decía, ya que vienen de moda los colores calidos; y paso la siguiente temporada, y tampoco nadie la compro, será la siguiente temporada, se dijo. Pero sucedió lo mismo una y otra temporada, nadie le hacia caso a esa playera tan hermosa, pero desgraciadamente, para ella, no estaba de moda.
Y así paso el tiempo y la playera fue desechada porque era de una remesa ya rezagada y paso a formar parte de la mesa de saldos.
Ella que se sabia única e inigualable, no comprendía porque nadie notara lo valiosa que era, y porque la gente la miraba y solo veía otra playera mas.
Al final fue comprada y utilizada como otra prenda mas de un guardarropa cualquiera, sin que su dueño notara nada especial en ella, solamente que le había salido mas barata.
Muchas veces las personas nos parecemos a cualquier tipo de prenda, la gente nos ve sin mirarnos y notar que somos hechos de forma única y aunque como prendas de vestir pareciera que fuimos fabricados en serie, somos ejemplares únicos y tenemos un valor propio y personal y nunca nadie nos podrá valorar mas que nosotros mismos en nuestro real valor personal.